Sesión preboda Zaragoza | Belén y Aitor

Muchas veces hablo con las parejas de la importancia de la sesión preboda. El preboda no es una sesión más o un gasto más entre otros tantos de la boda. La sesión del preboda es algo mucho más importante y voy a tratar de explicar el porqué.

Son muchas cosas las que intervienen en una boda: el vestido de novia, el traje del movio, los anillos, el restaurante o la finca, las flores, la música, las invitaciones…todo tiene que estar perfecto en nuestro gran día. Todo lo preparamos con muchísima ilusión para hacer de ese día algo muy especial, pero al final lo único que queda son los recuerdos. Los recuerdos en nuestra memoria y las fotografías.

Cuando una pareja me escribe para preguntarme sobre mi trabajo lo primero que quiero hacer es conocerlos, descubrir sus aficiones, sus gustos, su música favorita y cómo va a ser su boda. Es muy importante conectar con las parejas. De alguna manera los fotógrafos de bodas nos tenemos que involucrar en sus vidas y ser parte de ella. En nuestras manos está la enorme responsabilidad de crear esos recuerdos, pero es imposible hacerlo de una manera natural, cercana y sincera si no hay una conexión con la pareja.

En la fotografía de bodas influye la mirada del fotógrafo y su estilo, pero tan importante como eso es la afinidad y conexión con la pareja ya que ese día compartimos con los novios, su familia y amigos momentos cargados de emociones. Esa conexión no puede existir si ambas partes no se conocen y por supuesto las fotografías serán completamente distintas.
La sesión de preboda es el momento de conocernos, de hablar de nuestras vidas y de abrir nuestros corazones, de pasar un momento divertido, cercano y crear esa amistad.
Seguramente vuestra historia no será la misma contada por un desconocido que por un amigo.

Creo que todo esto lo resume a la perfección esta frase del gran fótografo Cartier Bresson:

“El fotógrafo no puede ser un espectador pasivo, no puede ser realmente lúcido si no está implicado en el acontecimiento.”